Un día hice las maletas
me fui a París
y lo que vi allí
no fue París.
En el Louvre no vi
a la Mona Lisa,
vi el azul
de tu camisa.
En Montmartre no vi
el Sacre Coeur,
ton coeur, ton coeur
lo vi.
En la biblioteca
el Pompidou
les hablé de ti
a Sartre y a Camus.
En Buttes-Chaumont
no vi al aviador
de la peli de Rohmer.
Te vi a ti a ti a ti…
que leías filosofía
en las lavanderías
y empujabas tu bicicleta
por la periferia de París.
Y la luz de la torre Eiffel
no te alcanzaba.
Decías que las calles
eran nuestra casa.
Y algunas mañanas
en Saint-Lazare
cogimos trenes que acababan en el mar.
Y por el Canal Saint-Martin
corría el agua sin parar…
Y la luz de la torre Eiffel
no te alcanzaba.
Decías que las calles
eran nuestra casa.